viernes, 17 de abril de 2015

Sevilla 2-1 Zenit

Europa no regala nada. Cada paso que se da está lleno de un tremendo esfuerzo y sufrimiento. Llegar a unas semifinales está al alcance de muy pocos y el Sevilla se resistió a desaparecer del bombo tras remontarle al Zenit un duelo que se puso muy cuesta arriba. Sólo a base de empuje, en esa comunión entre el equipo y la grada, Bacca y Denis Suárez, de fantástica volea, ponen al conjunto nervionense con una ligera ventaja de cara a la vuelta. Ahora tocará visitar el estadio Petrovsky con otro semblante. El miedo con el que se terminaron los primeros 45 minutos, se tornó en una explosión de júbilo mezclada con rabia. El campeón había dado un golpe en la mesa. Nadie osa a toserle y menos en el Ramón Sánchez Pizjuán. Esa tensión final contrastaba con la relajación, quizás excesiva, con la que se había tomado el público y el sevillismo en general estos cuartos de final. El Sevilla va como una moto en las dos competiciones, pero este equipo, sin la garra que demostró el pasado sábado ante el Barcelona en el segundo periodo, no supera a nadie. Eso les debió decir Unai Emery a sus hombres en el túnel de vestuario. 33 partidos sin perder Las semifinales están a la vuelta de la esquina. Es cierto que el Sevilla viene de alzarse con este título y son sensaciones ya vividas, pero el conjunto andaluz vive en estado de gracia. Y más aún cuando el partido lo acoge los muros del coliseo sevillista. 33 encuentros oficiales sin perder y subiendo. El duelo de ida ante los rusos comenzó con un tufo a petardazo importante. El Sevilla no veía el modo de entrar en la cerrada defensa del Zenit. Villas-Boas puso una línea de cinco, con otros cuatro hombres por delante y Rondón como única referencia. Estaban cómodos. El Sevilla no generaba peligro. Emery había apostado porque el ritmo del partido lo llevasen Reyes y Banega, sus dos hombres de más calidad, aunque sin espacios no valen los futbolistas de toque. El conjunto local se estrellaba una y otra vez contra un muro celeste. Por contra, el Zenit se iba cada vez más arriba. Hasta que un contragolpe, en el que Sergio Rico pudo hacer mucho más, terminó con el 0-1. Un frío de aquellas tierras del este de Europa se apoderó de la grada sevillista. Mbia y Denis El peor de los presagios se estaba cumpliendo. El Zenit se ponía por delante y ahora le tocaba al Sevilla el remar río arriba. Las sensaciones, además, eran muy negativas. Caras de sorpresa y agobio en los futbolistas de Unai. Era el momento de darle un giro al equipo. Emery, muy criticado hace unos meses por su tardanza y poco tino en los cambios, apostó por introducir a Mbia y Denis Suárez, inédito en los últimos tiempos. No pudo salirle mejor, al igual que la entrada posterior de Bacca. El Sevilla puso el rostro duro. Se tenía que partir literalmente la cara. Estaban mancillando su casa y dejando las vergüenzas del campeón al aire. Bacca y Denis lo solucionaron con dos golazos y el sevillismo estalló. Nunca den por muerto al Sevilla. Tiene siete vidas. 
Destacado del partido: El gallego y ex del Barça, Denís Suarez salió desde el banquillo y revolucionó el partido junto Mbia. La vuelta en Rusia será muy dura a parte del frío ya que el gol del Zenit Le obliga al Sevilla a mantener su porteria a cero.
Bacca remata de cabeza para hacer el 1-1. RAMÓN NAVARRO

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